viernes, 7 de junio de 2024

Solemnidad del SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Hoy, 7 de junio, la Iglesia católica celebra la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús. Esta festividad se celebra el viernes siguiente a la solemnidad del Corpus Christi. Es casi como para sugerirnos que la Eucaristía no es otra cosa que el Corazón mismo de Jesús, de Aquel que de corazón cuida de nosotros. En esta misma fecha, la Iglesia también celebra la Jornada mundial de oración por la Santificación de los Sacerdotes.

La devoción al Sagrado Corazón de Jesús tiene una rica historia. Algunas místicas alemanas de la Edad Media, como Matilda de Magdeburgo, Matilde de Hackeborn y Gertrudis de Helfta, así como el dominico Beato Enrique Suso, habían cultivado esta devoción. Sin embargo, fue la religiosa visitandina Margarita María Alacoque quien contribuyó significativamente a su difusión. Margarita Alacoque vivía en el convento de Paray-le-Monial (Francia) desde 1671. Tuvo revelaciones privadas en las que Jesús compartió con ella los sufrimientos de su Corazón rebosante de amor por el Padre y por toda la humanidad. A través de estas visiones, se instituyeron las devociones de los nueve primeros viernes y la hora santa de adoración. Jesús también pidió que se celebrara una fiesta para honrar su Corazón y reparar las ofensas que recibe. Quienes se acercan dignamente a la Eucaristía y comulgan durante nueve meses consecutivos el primer viernes del mes, con espíritu de expiación, reciben la promesa de la perseverancia final.


Late Corazón 
(Olga Martínez)


Con respecto a "La Jornada Mundial de Oración por la Santificación de los Sacerdotes" se celebra para reflexionar sobre el don del ministerio sacerdotal y para pedir por la santificación de los sacerdotes en todo el mundo. Fue establecida por San Juan Pablo II en 1995 y se celebra cada año en la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús.

El propósito de esta jornada es doble:

1) Orar por los sacerdotes: La Iglesia invita a los fieles a orar por los sacerdotes para que sean testigos universales de la caridad de Cristo, alimentados con la palabra de Dios y viviendo una profunda amistad personal con Jesús.

2) Reflexionar sobre el sacerdocio: Es un momento para que los sacerdotes reflexionen sobre su vocación y su misión de llevar a Dios a los hombres, siendo “hombres de Dios” y representantes de su amor.

La jornada también responde a la necesidad de que los sacerdotes cuiden especialmente su humanidad, para preservar la frescura de su ministerio y ser “puente y no obstáculo” para el encuentro con Cristo. Se busca que los sacerdotes vivan plenamente su humanidad y sus relaciones, perfumándolas de amor, gratuidad, belleza, verdad, bondad y autenticidad.



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